About

Verdugo por pura excitación, amante confesa de mi oscuridad. Desintegración y síntesis.
Superviviente de la desolación del ser, desertora del imaginado y condicionado soy.
Emergente con la soledad abrazada, danzando sobre el vértigo del pentagrama en llamas de un músico ebrio de libertad que aceptó su confusión destilándose sobre el papel. Read more about me »

Lack of Innocence

Home

Keep in touch




RSS Feed Twitter Facebook

Sabes

jueves, 3 de mayo de 2012

Me gustaría saber qué debo hacer con esta necesidad de saberte aunque tú creas que todo esto es una quimera. Que somos pura paja y fantasía, dices. Que para qué tendría que buscarte si sólo somos polvo, efímeras nubes.

Entonces me desespero en el dolor del tiempo que avanza pausadamente, pero peligroso. Me oscurezco del mismo modo en que los termómetros de la calle se vuelven granizo en las madrugadas de mayo. Y me canso cuando me descubro callando lo mucho que me importas, cuando te siento tan cerca, pero me prohíbo decirte las tres mil formas de las que te quiero

Adicción, te llamas. El impulso que me lanza hacia la nada una y otra vez. La intensa tentación que se llama aventura, miedo, caos, placer, entrega, decadencia y esperanza.

No sabes cuánto me gustaría mirarte a los ojos para que entendieras de una puta vez sin tener que explicar nada.

No sabes cómo me gustaría perderme en tu boca y terminar de desatar el proceso de destrucción extrema.

No sabes cómo me castigo cuando me paro a disimular porque tú no te sentirías bien por ninguna de las dos.

No sabes cómo duele este vacío que me ha ido engullendo a lo largo de esta semana y va a terminar por devorarme por completo.

No sabes cuánto me destruye el hecho de tener que beberme mi propia sangre para que no brote a través de mi voz y te sorprendas.

No sabes qué rabia me da sentir cómo mi destrucción podría ser culminada por un solo pinchazo de los que proyectas en cada una de mis vértebras.

No sabes qué angustia me golpea cada día por no ser lo suficientemente valiente y decirte que a mí se me están pudriendo las cuerdas vocales de tanto llamarte, los ojos de tanto buscarte y no encontrarte, los oídos de no poder escucharte, la nariz de no poder respirarte y mis manos de no poder acariciarte.

Aún así, sí que hay algo que sabes: que no me quieres y que no tienes intención de hacerlo a corto plazo. Me lleva la impotencia. Me arrastra hasta el fondo del pozo. Y tengo que intentar apagarme sólo porque tú me gritas “desconecta”.

1 intereses:

  1. Anónimo dijo...

    No sé si decirte que leer esto me ha dado fuerzas o me ha debilitado más aún... y al leerlo por cuarta vez creo que opto por lo segundo.
    No puedo más que mostrar patéticamente que estoy muy identificado con esa dolorosa asimetría de la que palabras y palabras has escrito y he leído.

    #21

Publicar un comentario